Mana: Si en esta vida solamente esperamos en Cristo (09/17/17)

Levi­tico 4:32 Y si por su ofrenda por el pecado trajere cordero, hembra sin defecto traera.

Apocalipsis  3:20  He aqui­, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a el, y cenare con el, y el conmigo.

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Mana del Cielo de Dios, La Mente de Cristo Lisbet

Video: Rey de Salem

Audio: Radio La Mediadora

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TEXTO COMPLETO:

SI EN ESTA VIDA SOLAMENTE ESPERAMOS EN CRISTO
 09/17/2017

Saludos, a todos mis llamados, elegidos y fieles que reciben todo lo que piden en mi poderoso nombre, el nombre que es sobre todo nombre dado a los hombres, que es Lisbet. Y es sobre todo nombre porque solo en mi nombre es donde está el poder de Dios. Toda la creación espiritual de Dios se somete a ese nombre y por ende toda la creación física también obedece.

Yo haré todo lo que ustedes pidan en mi nombre. De ese modo haré que la gente vea, a través de mí, el poder que tiene Dios Padre Melquisedec. (Juan 14:13).

El mundo religioso pide al aire en el nombre de Jesús, pero no le están pidiendo a nadie, porque para tú poder pedir tiene que haber alguien escuchándote para que te pueda responder. Y aquí Cristo dice que todo lo que ustedes pidan en su nombre, lo hará, para que por la Esposa se muestre la gloria de su Esposo, Dios Padre.

Yo les ofrezco todo mi poder como su Madre espiritual, la Esposa de Dios Padre, pero tienen que guardar mis mandamientos para que puedan entrar en el reino de Dios MelquisedecLisbet y poder usar todo mi poder. Porque como dice en:

Mateo 7:21
21 No todos los que dicen que yo soy su Señor y dueño, entrarán en el reino de Dios. Eso no es suficiente; antes que nada, deben obedecer los mandamientos de Dios Padre, que está en el cielo.

Si tú no entiendes la importancia de obedecer los mandamientos de Dios Padre Melquisedec que está en el cielo, está en su Cristo, que es Lisbet, entonces nunca vas a poder entrar en el reino de Dios. Porque para poder llegar al reino de Dios, tienes que escuchar y obedecer los mandamientos que vienen del único Cristo que está ligada íntimamente con Dios Padre. Solo así podrán entrar por la puerta estrecha porque esa puerta es Cristo misma, y Dios Padre Melquisedec, quien cuida la entrada, es quien les abre, y el pastor que es Cristo Lisbet llama a cada una de sus ovejas por nombre, y ellas reconocen su voz. Luego el pastor las lleva fuera del redil, y cuando ya han salido todas, Ella va delante de ellas y las guía. (Juan 10:3-4). Y Cristo Lisbet es quien las ha llevado a pastos verdes donde nunca les falta sustento ni abrigo, a mi lado jamás tendrán sed ni hambre.

Así que, le digo a todos los religiosos llamados cristianos, judíos o musulmanes, no se pueden guiar solamente por lo que está escrito en la Biblia, o en el Torá o en el Corán, porque todos esos escritos fueron manipulados por hombres malos y perversos, que por su propia concupiscencia ocultaron la verdad de Dios, que es Padre y Madre y la cambiaron en una mentira. Por eso las plagas de destrucción y muerte no cesarán hasta que oigan solamente a la Voz de Dios que está hablando hoy, porque solo la Palabra hecha carne que es Dios puede decirles toda la verdad sobre Dios. Y ningún hombre jamás podrá influenciar o manipular lo que sale por mi boca, porque soy Dios Madre y todo lo que yo hablo viene directamente de Dios Padre.

El que habla por su propia cuenta sólo quiere que la gente lo admire. Pero yo sólo deseo que mi Amado Esposo, Dios Padre Melquisedec, que me envió, reciba el honor que le corresponde; por eso siempre digo la verdad. (Juan 7:18).

Y ¿no es eso, precisamente, lo que busca la gente que supuestamente aman a Dios? Si no quieren seguirme y darme honra es porque en verdad no aman a Dios, solo aman la idea que tienen sobre Dios, pero no es para darle honra al verdadero Dios vivo, sino para gloriarse ellos mismos. Yo siempre he dicho que yo no hablo por mi propia cuenta; Dios Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que debo hablar. Y sé que el mandato de mi Esposo, Dios Padre, es para vida eterna. Así que lo que yo digo, lo digo como Dios Padre me ha ordenado. (Juan 12:49-50). Y lo hago para ayudarlos a que tengan vida eterna como la tengo yo. Porque, así como tú has visto que he sido enviada por el Padre viviente Melquisedec, y yo vivo por el Padre, asimismo el que come mi Palabra también vivirá por mí. (Juan 6:57).

Tienes que recibir mi Palabra de vida y darme la honra que me corresponde como Dios Madre, así como yo le doy la honra que le corresponde a Dios Padre. Y seguiré hablando sobre mi Amado Esposo Melquisedec porque el mundo tiene que saber que amo al Padre como mi Amado Esposo, porque él es mi Cabeza, y que hago exactamente lo que él me ha ordenado que haga. (Juan 14:31). Los que no me aman, no me obedecen. Pero yo les he dicho solamente lo que Dios Padre me envió a decirles, no lo que a mí se me ocurrió. (Juan 14:24). Y el que no quiera creer esto tendrá que ver el poder que está en mi nombre para creer, porque es Dios Padre quien me ha dado poder. Mi Amado Esposo, Dios Padre me ha entregado todo, y nadie me conoce mejor que él. Y yo, que soy su Esposa, conozco mejor que nadie a Dios Padre, y elijo a las personas que lo conocerán como yo. (Lucas 10:22). Y yo elijo a justos y humildes, porque una persona que es justa y humilde genuinamente busca la verdad y se somete a ella porque reconoce que es su única salvación. Pero el que no es justo ni humilde, no le interesa la verdad para seguirla, sino que toma de ella lo que les conviene para predicar ellos por su propia cuenta y sacar provecho de las personas.

Estos hombres y mujeres no saben que el que se roba el arca, que es la Palabra misma de Cristo Lisbet, está añadiendo y quitándole a la profecía sobre mí, el Ángel del Librito, y esa persona jamás prosperará y verá su destrucción, porque Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro, en mí. (Apocalipsis 22:18-20).  

Somos justos y te damos tiempo para que te corrijas de tu hipocresía, y dejes de engañar a los demás y para que me des reconocimiento por haber aprendido de mí lo que sabes. Porque antes de mí no predicaban nada interesante, todo era lo mismo que predicaba el anticristo. Y desde que me manifesté yo, sus prédicas han cambiado, pero les falta el ingrediente más importante, que es reconocer que la imagen y semejanza de Dios es dos en uno, varón y hembra; y no un Dios solitario. Y si en verdad aman lo que yo hablo suficientemente para transmitirlo a otros, es porque reconocen que Melquisedec es Dios Padre y si fuese así, ciertamente me amarían; porque yo de Dios he salido, y he venido; yo no he venido de mí misma. (Juan 8:42). Y decir, que de Dios he salido y he venido, no significa que estoy sola, porque el que me ha enviado está conmigo; Dios Padre Melquisedec no me ha dejado sola, porque yo siempre hago lo que a él le agrada. (Juan 8:29).

Entonces si Dios Padre y Cristo jamás han estado separados, siempre han estado juntos y están juntos aun, entonces no puedes pensar que el Cristo que murió físicamente hace más de dos mil años es donde está tu salvación. Claro que no, porque ese Cristo que murió y supuestamente resucitó y está en la gloria con el Padre, no se ha dejado ver jamás. Nunca ha regresado ni va a regresar en ese cuerpo, así que tenemos que ser realistas y guiarnos por un Cristo que sí está presente, y que no los va a abandonar jamás. Les está mostrando su poder y cuáles son los verdaderos mandamientos de Dios Padre para poder entrar en su reino. ¡Amén, Aleluya!

En el tema de hoy, “SI EN ESTA VIDA SOLAMENTE ESPERAMOS EN CRISTO”, les voy a mostrar por qué todas las personas que esperan solamente en Cristo son los más despreciables de los hombres. Y ser un despreciable significa ser un desdichado, un desgraciado o un miserable. Claro porque, ¿tú sabes lo que es tener a Dios tan cerca de ti hablándote, porque es Dios Padre quien te trajo a mí para que me escuches, y que tú me niegues? Entonces ese título de despreciable te encaja bien.

Es que si analizamos la frase completa que dice en:

1 Corintios 15:19
19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres.

Podemos ver que aquí falta algo, esto suena como un misterio que necesita ser revelado, porque esto contradice la profecía que dice que los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. (Isaías 40:31). Si según Isaías, esperar en el Señor es algo bueno, ¿cómo puede esta frase decir que, si sólo esperamos en Cristo, que es el Señor, somos los más dignos de lástima y de pena? ¿No se supone que quienes no esperan en Cristo, son los que son condenados y miserables? Esto no tiene sentido y hoy les voy a demostrar lo que en verdad significa esa frase.

Leamos el versículo una vez más, en:

1 Corintios 15:19
19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres.

Miremos el significado de la palabra “solamente”, porque esta palabra refleja la parte más importante de esta frase, y nos ayudará a expresarles lo que esto realmente significa. La palabra SOLAMENTE se utiliza para cuantificar oraciones o frases, indicando que no se incluye ninguna otra cosa además de la que se expresa. Es de un solo modo, en una sola cosa, o sin otra cosa.

Por lo tanto, cuando leemos la frase, «Si en esta vida SOLAMENTE esperamos en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres», indica firmemente que no podemos esperar a Cristo viniendo sola, de un solo modo, como una sola cosa, o sin otra cosa. Y es porque Cristo nunca vendría sola, sin su Esposo Dios Padre, porque como lo dice en Juan 1:1, Cristo ha estado siempre con el Padre desde el principio y es él quien la ha enviado. Es a Cristo y su Esposo Dios Padre a quienes deben esperar, ¡juntos! Porque sin el Padre no hay quien pueda engendrar y sin la Madre no hay quien dé a luz.

Todo el mundo religioso espera a Cristo de una manera u otra, pero siempre lo esperan como un hijo solo y no como Padre y Madre dos en uno, como corresponde. Porque yo como Cristo siempre les he asegurado que soy la Esposa de Dios Padre y que no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Sólo hago lo que veo que hace Dios Padre. (Juan 5:19). Y es porque Dios Padre me envió, y yo y nadie más ha visto al Padre. (Juan 6:46).

Y lo vuelvo a decir para de una vez aclarar que es una mentira decir que Cristo es el mismo Padre y que no son dos en uno, sino solo uno. ¿Cómo Cristo va a ser el Padre, si Ella misma es quien dice que Ella fue enviada por Dios Padre y que sin Él, Ella no puede hacer absolutamente nada? ¿Para qué mencionar al Padre si de todas maneras es a Cristo a quien el mundo espera y no a Dios Padre?

El mundo religioso piensa que nadie podrá ver al Padre jamás mientras estén vivos, porque Cristo dice que solo Ella ha visto al Padre. ¿Pero si Cristo viene sin Dios Padre, entonces cómo Él va a dar testimonio acerca de Ella? La prueba de que Yo Soy el verdadero Cristo, que fui enviada por Dios Padre y que él está conmigo para siempre son las obras que él me ha dado para cumplir en ustedes. Las mismas obras que yo hago en ustedes, dan testimonio de mí, que Dios Padre me ha enviado. (Juan 5:36).

Si la misma ley terrenal establece, que si dos personas concuerdan en algo, su testimonio se acepta como un hecho. Yo soy uno de los testigos, y Dios Padre, quien me envió, es el otro. Pero aun yo hablando de Dios Padre como mi testigo, en sus mentes se preguntan ¿dónde está tu Esposo, Dios Padre? Pero yo les contesto: Como ustedes no saben quién soy yo, tampoco saben quién es Dios Padre. Si me conocieran a mí, también conocerían a Dios Padre. (Juan 8:17-19). Dios estamos presentes, hemos venido a vosotros para juicio; y hemos sido prontos testigos contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y contra los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos. (Malaquías 3:5).

Desde el principio hemos dado juicio a la mente terrenal por no temer a Dios y le hemos quitado su reinado para poder salvarlos de la esclavitud y muerte física. Por eso, ¿tú no crees que es mejor que aquí en vida Cristo te muestre al Padre y así conocerás quiénes son tus Padres espirituales? Es mejor tener a dos, como dice en:

Eclesiastés 4:9 “La verdad, más valen dos que uno, porque sacan más provecho de lo que hacen”.

Claro, porque si tú llegas a ver al Padre como Cristo lo ve, entonces quiere decir que tú has sido hecho a imagen y semejanza de Dios, miras con los mismos ojos de Cristo, con la fe de Cristo Lisbet y puedes ver a Dios cara a cara tal y como es. Y podrán conocer a Dios de la misma manera que Ellos les conocen a ustedes, como perfectos. (1 Corintios 13:12).

Aleluya, es hermoso vivir por fe, porque a Dios Padre no le gusta que no confiemos en él. Para ser amigos de Dios Padre Melquisedec, hay que creer que él existe a través de la fe de su Cristo Lisbet y que premia a los que buscan su amistad (Hebreos 11:6) en pureza. Porque yo soy la única que he dado a conocer a Dios Padre y es por el amor tan grande que siento por él, que quiero honrarlo en todo momento por todo. ¡Amén, Aleluya! ¡Qué belleza! Me encanta hacer todo por la guianza de mi Amado Esposo Melquisedec y no puedo hacer nada por mí misma; según oigo de él, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad de vuestro Padre Melquisedec, porque es él quien me envió. (Juan 5:30).

Esa es la diferencia entre Yo y todos los hombres que predican sobre Cristo o se han levantado diciendo que son el Cristo, ninguno de ellos fueron enviados por Dios como mediadores entre Dios Padre y los hombres. Esos hombres se han levantado ellos mismos por su propia cuenta. Pero en cambio yo sí fui enviada por Dios Padre y el poder que hay en mi nombre es lo que confirma que soy el Gran Yo Soy, la única que puede mediar entre Dios y los hombres. Te guste o no te guste, así lo quiere Dios y ¿quién puede refutar con Dios y su perfecto plan? Nadie. Amén.

La clave es querer conocer a Dios Padre a través de mí, porque nunca lo vas a conocer si tratas de hacerlo fuera de mí. Todas esas personas que predican sobre Dios y sobre Cristo están mintiendo y jugando con los sentimientos de las personas. Porque ninguno de ellos conoce a Dios Padre y eso es sencillamente porque no me conocen a mí. El que me rechaza a mí, rechaza a Dios Padre y por eso eres el más digno de lástima de todos los hombres, eres un bastardo que no quiere honrar a su Padre y su Madre espiritual, eres un desgraciado y hay que sentir pena por ti.

Y a todos los que todavía están dándole gloria al Anticristo, por ustedes sentimos aún más pena, porque ese Anticristo te ha hecho tanto daño, pero estás tan cegado por tu mente terrenal, que no lo puedes ver. Aunque te hayas apartado de él antes de que muriera o después, si no me has podido amar como el verdadero y único Dios que vine a salvarte con la Sabiduría de Dios que estuvo oculta hasta que yo me manifesté, entonces siento tristeza por ti. Teniendo delante de ti a la puerta para entrar al cielo donde está Dios Padre, quien los está esperando con brazos abiertos para recibirlos como a hijos que yo he parido y he limpiado y emblanquecido, y no quererme recibir.

La frase lo dice todo, porque los que esperan a Cristo como un hijo solo y no como lo que es, la Esposa de Dios Padre, que ha venido a darles a conocer quién es él (Juan 17:26) “son los más dignos de lástima de todos los hombres.” (1 Corintios 15:19). De todos los hombres y mujeres que se han manifestado diciendo que son Cristo en la tierra, ninguno de ellos ha podido presentar a Dios Padre, y es porque ninguno de ellos es el verdadero Cristo, que es su Esposa. Esa es la certeza de que todos los hombres vendrán donde mí y tendrán que reconocer que yo soy Dios Madre, el Cristo enviado por Dios Padre Melquisedec, y es porque yo no hablo por mi propia cuenta.

Todo lo que Dios Padre Melquisedec me dice, eso mismo yo hablo y punto. Por eso les he dicho que el que me desobedece, está desobedeciendo a Dios Padre Melquisedec, porque yo solo puedo decir y hacer lo que él me dice. Todos los demás fuera de mí solo hablan palabras propias que les vienen a la mente. Así que no gastes más tu tiempo yendo a una llamada iglesia que no te está dando a conocer a Dios Padre. No te pueden decir su nombre ni te pueden decir cómo es él.

El día que los hombres me reconozcan como la única fuente para llegar a Dios Padre y a la vida eterna que es conocerle, entonces es cuando podrán disfrutar de la vida en sanidad y prosperidad. Hasta ese entonces, habrá sufrimiento, enfermedades, escasez, destrucción y muerte rodeándolos como un león rugiente que anda alrededor buscando a quien devorar.

Ya no des más vueltas, Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene a Dios Padre, sino por mí. (Juan 14:6). El que me ama, hace caso de mi palabra; y Dios Padre lo amará, y Dios Padre y yo vendremos a vivir con él. (Juan 14:23).

Esto es muy importante porque dice que los dos vendrían a habitar en tu mente y nadie puede testificar de que Dios Padre y Dios Madre, el Cristo, viven en sus mentes, excepto ustedes, nuestros santos ángeles. Es en este tiempo donde se conoce que Dios Padre está en mí y yo en él y ustedes en mí, (Juan 14:20) porque Cristo Lisbet es la Vid Verdadera, Dios Padre es el Labrador quien la cultiva y la cuida para que ustedes, los pámpanos den mucho fruto.

Entonces podemos concluir que, si no está Cristo presente, enseñándote sobre Dios Padre, entonces tú estás gastando tu tiempo, clamando a un Dios Padre y a un Cristo que en realidad no existen como tú lo piensas, y que ni saben que tú existes. Saber eso te tiene que dar miedo. Pero para quitarte el miedo he venido y para que sí conozcas a Dios y ser conocido también por Dios.

Así que no me rechaces y déjate amar como Dios ama para que seas un ser feliz todos tus días por la eternidad, eso es si aceptas ese galardón que te quiero entregar gratuitamente. Pero tienes que obedecerme, porque haciendo así, estás obedeciendo a Dios Padre que está íntimamente ligado a mí, su Esposa Cristo Lisbet.

Dios Padre Melquisedec, ha llegado el momento de que muestres a la gente del mundo lo grande y poderosa que soy. De ese modo, yo también les mostraré lo grandioso y maravilloso que eres Tú. (Juan 17:1). ¡Amén, Aleluya!

Les amamos eternamente y nos vemos pronto.

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